Hoy quiero recordar a Álvaro, o Albaricoque,
como cariñosamente le decía, el 6 de marzo de 2009 le cegaron la vida, tres
años después las investigaciones no han rendido información sobre quienes
fueron sus asesinos.
Les comparto el texto que escribí cuando desde
la Gobernación del Valle, Secretaría de Equidad de Género, le hicimos sentido
homenaje. Así también algunos links en donde se hicieron videos en homenaje a
su vida.
13 de marzo de 2009 17:47, Junio Unicidad
<juniounicidad@yahoo.com> escribió:
ÁLVARO MIGUEL RIVERA LINARES
SIN MIEDO A LA VIDA
Álvaro y yo nos volvimos amigos un día
cualquiera del año 2003, el había enviado un correo desde Planeta Paz diciendo
que venía hacia Cali y que quería contactarse con algunos de los grupos que
hacían presencia en temas LGBTI en la ciudad, yo le respondí y aun cuando no
recuerdo donde nos pusimos la cita, nos encontramos y fluyo una amistad que con
el transcurso de los años se hizo más concreta de lo que yo mismo hubiera
podido aceptar, si esta desgracia no nos hubiera acaecido.
La consolidación de nuestra amistad permitió que
nos contáramos nuestras historias, fue allí donde me hablo de su ciudad:
Villavo, de cómo venia de otro país en donde con su antiguo novio había estado
asilado por plantarse ante un grupo insurgente que exigía pruebas de VIH a la población,
señalando y desterrando a quienes salieran positivos para esta.
Me conto de su mama, doña Lucila, de su hermano
y hermana, de cómo se había volado muy joven de la casa materna y había ido a
parar a Buenaventura, de sus “trepadas”, de su diagnostico para VIH y la forma
como lo enfrento en una ciudad pequeña pacata y llena de temores como
Villavicencio.
La vida nos había puesto antes en contacto aun
cuando él a mi no me recordaba, en el 2000 Planeta Paz convoco al Primer
encuentro del sector LGBTI en Bogotá, el estuvo allí, lo evoco arrollador,
discutiendo y encabezando procesos; como todo acto entre gays que se respeten
se efectuó el manido reinado de belleza, alzándose con la corona, tema que
siempre daba para risa ya que él lo esgrimía pretendiendo “resaltar” sus
abolengos y opacar a quien osara desafiarlo en estos temas.
Albaricoque, como lo llamaba, fue dicharachero,
era una de sus facetas, pero también fue un hombre que llego a Cali casi como
un paria, y gracias a su personalidad, su interés por que se reconocieran los
DDHH y cesaran los actos de violencia contra nuestro sector, logro
conquistarnos a todos y todas por igual.
A los pocos días de haber llegado a esta ciudad
los por aquel entonces compañeros de Unicidad (Yenny, Edgar, Mauricio y yo) lo
invitamos a hacer parte del proyecto, lidero talleres sobre prevención en ITS,
y VIH /Sida; Serodiscordancia, pero sobre todo inicio y puso en evidencia y en
lo que hoy es la agenda de muchos grupos en Cali, el tema de las Trans,
liderando lo que decidió en llamar “PROCESO T”.
La irrefrenable sensibilidad de este hombre en
torno al tema Trans, nos permitió reconocer a nosotros y nosotras la humanidad
del grupo poblacional mas estigmatizado a ultranza de las demás opciones
sexuales, pero además de esto Álvaro era una especie de cajita de sorpresas,
había hecho teatro y en esa medida inicio planes que aun cuando no se
consolidaron nos mantuvieron en estrecha productividad. Hizo parte de
organizaciones que luchan en contra de la infección por VIH y como profesional
en Ingeniería Agrícola y desde Fenavid ayudo a gestar proyectos productivos con
alto contenido ambientalista.
Más allá de las fricciones y desacuerdos que
hubiéramos tenido, hoy más que nunca lo extraño y lo recuerdo SIN MIEDO A LA
VIDA, entre las muchas anécdotas que me reafirman esto se encuentra una muy
especial: creo que fue por allá en el 2004, el aun hacia parte de Unicidad; un
grupo de jóvenes objetores de conciencia había planeado una manifestación en la
Loma de la Cruz, el sitio estaba que ardía de gente cuando llegamos, ellos
invitaban a sumarse a la manifestación y ofrecían micrófono a quien quisiera
subir, a mi me dio miedo ¿Qué tal un brote de homofobia?, el por el contrario
se fue a la tarima, dijo quien era, cual su orientación sexual y como apoyaba (mos)
estas protestas pacificas, la gente lo aplaudió, bajo triunfante de la tarima,
algunos le estrecharon la mano, presto a efectuar un especie de mapa simbólico
que estaban haciendo en el piso.
Alvarito estuvo en muchos procesos en torno a lo
LGBTI, siempre presente en las Asambleas Permanentes cuando el gobierno de
Garzón, convirtiéndose en uno de los más importantes gestores de lo que fue el
Acuerdo de Voluntades entre la Gobernación del Valle y la Confluencia de líderes y lideresas del
sector, así también y después de haber sido independiente gesto en compañía de
Consuelo, Adri, Ana y Stella el primer grupo de la región que trabajo la
perspectiva de diversidad sexual en mujeres: Colectivo TINKU; de la misma
manera efectuó aportes al Grupo de Encuentro y Reflexión Gay del Aguacatal.
Lidero la tercera marcha por el orgullo gay el
año pasado a la que bautizaron KATARI, la cual con más de 400 personas y
capoteando adversidades y zancadillas culmino con éxito en la Plazoleta del CAM
en medio de un aguacero de esos que solo se desatan en el trópico. Su último
aporte está relacionado con la materialización de la Mesa Municipal LGBTI; e
hiso parte del Polo de Rosa.
Albaricoque me enseño a ser político, creo que
es una de las grandes cosas que rescato de su amistad, en un mundo localista el
tomarse la jugada de los otros a título personal no resulta conveniente, Álvaro
tenía la posibilidad de dejar esas rencillas de lado y seguir como si nada,
algunas veces hablábamos de esto y el simplemente se reía.
Después del viernes trágico y el sábado en que
estuvimos muchos de nosotros activos, tener un momento de descanso, y de
reflexión me ha hecho reconocer cuanto echo en falta su presencia así no nos
llamáramos cotidianamente, ¿A quién le preguntare sobre los avances legislativos?
El siempre como en un acto de magia estaba al tanto de todo lo que ocurría aquí
y fuera de esta ciudad violenta.
La muerte cruel de Álvaro me tiene conmovido, no
sé porque estrategia de mi cerebro juego a ponerme en los zapatos de él e
imagino un sinnúmero de emociones reprimidas mientras los verdugos están en la
tarea de acabar con la vida, me conmueve aun ahora el abrazo de su mama a
Mauricio Torres a la llegada del aeropuerto y la frase “Mi muchacho”, así nos
dicen nuestras mamas con ese acento especial que engloba el profundo amor que
nos tienen y esa inmensa ternura que brota a raudales de ellas, ¿a los verdugos
sus madres les habrán dicho así?.
Hoy más que nunca como hombre homosexual
activista me siento frágil, es parte de la estrategia de los violentos, el
obligarnos a mirar como en un espejo la tragedia de Álvaro sigue siendo la
táctica para acallar, no obstante debemos continuar en la lucha.
No sé si en verdad alguien se tomara la molestia
de leer esto, me lo debo a mi mismo, a Álvaro con quien tanto compartí, tantos
planes por cambiar el mundo que nos toco, pero también y sobre todo tantos
momentos alrededor de una pizza, riéndonos y disfrutando de la alegría de
vivir. Afortunado Álvaro, tiene unos pocos buenos amigos y amigas que valen lo
que pesan en oro, Ana Franco, María Eugenia Morales, Helena Lara, Mauricio
Torres y Rubén Castro o sus compañeras de la Gobernación y Alcaldía, personas
que desde el primer momento estuvieron presentes para toda la labor dolorosa
que se nos vino de repente encima, que bueno tener amigos y amigas así.
Ojala que el momento de dolor infringido quede
atrás para todos nosotros y nosotras, no nos permitamos olvidar a un buen
hombre, líder innato, defensor de los DDHH y especialmente de las T, que
dividía su vida entre la agronomía y la militancia, divertido, con la frase
oportuna, con la picardía de una sexualidad satisfecha, Un hombre homosexual
que propugnaba por que se investigaran los crímenes de odio, esos que también
lo mataron.
Eugenio Sánchez Salcedo
Asociación Junio unicidad
8 de Marzo de 2009
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