jueves, 1 de marzo de 2012

IN MEMORIAM - ÁLVARO MIGUEL RIVERA LINARES




Hoy quiero recordar a Álvaro, o Albaricoque, como cariñosamente le decía, el 6 de marzo de 2009 le cegaron la vida, tres años después las investigaciones no han rendido información sobre quienes fueron sus asesinos.
Les comparto el texto que escribí cuando desde la Gobernación del Valle, Secretaría de Equidad de Género, le hicimos sentido homenaje. Así también algunos links en donde se hicieron videos en homenaje a su vida.
13 de marzo de 2009 17:47, Junio Unicidad <juniounicidad@yahoo.com> escribió:

ÁLVARO MIGUEL RIVERA LINARES
SIN MIEDO A LA VIDA

Álvaro y yo nos volvimos amigos un día cualquiera del año 2003, el había enviado un correo desde Planeta Paz diciendo que venía hacia Cali y que quería contactarse con algunos de los grupos que hacían presencia en temas LGBTI en la ciudad, yo le respondí y aun cuando no recuerdo donde nos pusimos la cita, nos encontramos y fluyo una amistad que con el transcurso de los años se hizo más concreta de lo que yo mismo hubiera podido aceptar, si esta desgracia no nos hubiera acaecido.
La consolidación de nuestra amistad permitió que nos contáramos nuestras historias, fue allí donde me hablo de su ciudad: Villavo, de cómo venia de otro país en donde con su antiguo novio había estado asilado por plantarse ante un grupo insurgente que exigía pruebas de VIH a la población, señalando y desterrando a quienes salieran positivos para esta.
Me conto de su mama, doña Lucila, de su hermano y hermana, de cómo se había volado muy joven de la casa materna y había ido a parar a Buenaventura, de sus “trepadas”, de su diagnostico para VIH y la forma como lo enfrento en una ciudad pequeña pacata y llena de temores como Villavicencio.
La vida nos había puesto antes en contacto aun cuando él a mi no me recordaba, en el 2000 Planeta Paz convoco al Primer encuentro del sector LGBTI en Bogotá, el estuvo allí, lo evoco arrollador, discutiendo y encabezando procesos; como todo acto entre gays que se respeten se efectuó el manido reinado de belleza, alzándose con la corona, tema que siempre daba para risa ya que él lo esgrimía pretendiendo “resaltar” sus abolengos y opacar a quien osara desafiarlo en estos temas.
Albaricoque, como lo llamaba, fue dicharachero, era una de sus facetas, pero también fue un hombre que llego a Cali casi como un paria, y gracias a su personalidad, su interés por que se reconocieran los DDHH y cesaran los actos de violencia contra nuestro sector, logro conquistarnos a todos y todas por igual.

A los pocos días de haber llegado a esta ciudad los por aquel entonces compañeros de Unicidad (Yenny, Edgar, Mauricio y yo) lo invitamos a hacer parte del proyecto, lidero talleres sobre prevención en ITS, y VIH /Sida; Serodiscordancia, pero sobre todo inicio y puso en evidencia y en lo que hoy es la agenda de muchos grupos en Cali, el tema de las Trans, liderando lo que decidió en llamar “PROCESO T”.
La irrefrenable sensibilidad de este hombre en torno al tema Trans, nos permitió reconocer a nosotros y nosotras la humanidad del grupo poblacional mas estigmatizado a ultranza de las demás opciones sexuales, pero además de esto Álvaro era una especie de cajita de sorpresas, había hecho teatro y en esa medida inicio planes que aun cuando no se consolidaron nos mantuvieron en estrecha productividad. Hizo parte de organizaciones que luchan en contra de la infección por VIH y como profesional en Ingeniería Agrícola y desde Fenavid ayudo a gestar proyectos productivos con alto contenido ambientalista.
Más allá de las fricciones y desacuerdos que hubiéramos tenido, hoy más que nunca lo extraño y lo recuerdo SIN MIEDO A LA VIDA, entre las muchas anécdotas que me reafirman esto se encuentra una muy especial: creo que fue por allá en el 2004, el aun hacia parte de Unicidad; un grupo de jóvenes objetores de conciencia había planeado una manifestación en la Loma de la Cruz, el sitio estaba que ardía de gente cuando llegamos, ellos invitaban a sumarse a la manifestación y ofrecían micrófono a quien quisiera subir, a mi me dio miedo ¿Qué tal un brote de homofobia?, el por el contrario se fue a la tarima, dijo quien era, cual su orientación sexual y como apoyaba (mos) estas protestas pacificas, la gente lo aplaudió, bajo triunfante de la tarima, algunos le estrecharon la mano, presto a efectuar un especie de mapa simbólico que estaban haciendo en el piso.
Alvarito estuvo en muchos procesos en torno a lo LGBTI, siempre presente en las Asambleas Permanentes cuando el gobierno de Garzón, convirtiéndose en uno de los más importantes gestores de lo que fue el Acuerdo de Voluntades entre la Gobernación del Valle y la  Confluencia de líderes y lideresas del sector, así también y después de haber sido independiente gesto en compañía de Consuelo, Adri, Ana y Stella el primer grupo de la región que trabajo la perspectiva de diversidad sexual en mujeres: Colectivo TINKU; de la misma manera efectuó aportes al Grupo de Encuentro y Reflexión Gay del Aguacatal.
Lidero la tercera marcha por el orgullo gay el año pasado a la que bautizaron KATARI, la cual con más de 400 personas y capoteando adversidades y zancadillas culmino con éxito en la Plazoleta del CAM en medio de un aguacero de esos que solo se desatan en el trópico. Su último aporte está relacionado con la materialización de la Mesa Municipal LGBTI; e hiso parte del Polo de Rosa.
Albaricoque me enseño a ser político, creo que es una de las grandes cosas que rescato de su amistad, en un mundo localista el tomarse la jugada de los otros a título personal no resulta conveniente, Álvaro tenía la posibilidad de dejar esas rencillas de lado y seguir como si nada, algunas veces hablábamos de esto y el simplemente se reía.
Después del viernes trágico y el sábado en que estuvimos muchos de nosotros activos, tener un momento de descanso, y de reflexión me ha hecho reconocer cuanto echo en falta su presencia así no nos llamáramos cotidianamente, ¿A quién le preguntare sobre los avances legislativos? El siempre como en un acto de magia estaba al tanto de todo lo que ocurría aquí y fuera de esta ciudad violenta.
La muerte cruel de Álvaro me tiene conmovido, no sé porque estrategia de mi cerebro juego a ponerme en los zapatos de él e imagino un sinnúmero de emociones reprimidas mientras los verdugos están en la tarea de acabar con la vida, me conmueve aun ahora el abrazo de su mama a Mauricio Torres a la llegada del aeropuerto y la frase “Mi muchacho”, así nos dicen nuestras mamas con ese acento especial que engloba el profundo amor que nos tienen y esa inmensa ternura que brota a raudales de ellas, ¿a los verdugos sus madres les habrán dicho así?.
Hoy más que nunca como hombre homosexual activista me siento frágil, es parte de la estrategia de los violentos, el obligarnos a mirar como en un espejo la tragedia de Álvaro sigue siendo la táctica para acallar, no obstante debemos continuar en la lucha.
No sé si en verdad alguien se tomara la molestia de leer esto, me lo debo a mi mismo, a Álvaro con quien tanto compartí, tantos planes por cambiar el mundo que nos toco, pero también y sobre todo tantos momentos alrededor de una pizza, riéndonos y disfrutando de la alegría de vivir. Afortunado Álvaro, tiene unos pocos buenos amigos y amigas que valen lo que pesan en oro, Ana Franco, María Eugenia Morales, Helena Lara, Mauricio Torres y Rubén Castro o sus compañeras de la Gobernación y Alcaldía, personas que desde el primer momento estuvieron presentes para toda la labor dolorosa que se nos vino de repente encima, que bueno tener amigos y amigas así.
Ojala que el momento de dolor infringido quede atrás para todos nosotros y nosotras, no nos permitamos olvidar a un buen hombre, líder innato, defensor de los DDHH y especialmente de las T, que dividía su vida entre la agronomía y la militancia, divertido, con la frase oportuna, con la picardía de una sexualidad satisfecha, Un hombre homosexual que propugnaba por que se investigaran los crímenes de odio, esos que también lo mataron.
Eugenio Sánchez Salcedo
Asociación Junio unicidad
8 de Marzo de 2009