Como individuo políticamente incorrecto quiero
saltarme los problemas intersex que han padecido dos personas mencionadas y
ejemplificadas en el texto, una en el periodo colonial y otra en nuestra época,
aun cuando soy sensible al tema e intento el difícil ejercicio de otredad, de ponerme
en los zapatos de alguna de estas mujeres que reconociéndose con cuerpos que no
calzan dentro de lo que se tiene por establecido como “normal” han debido
afrontarlo transitando hacia lo “anormal”, no obstante todos aquellos que nos
encontramos en diversidad sexual en algún momento de nuestra vida nos hemos
sentido o nos han hecho sentir hombres elefantes, o Mr. Hyde. Hombre imperfecto
Quiero volcar mi interés hacia el texto en lo
que respecta al descubrimiento de y la designación en el siglo XVIII de los dos
sexos, de la invención de los mismos, me atrevo a pensar que esta reflexión se
puede encontrar relacionada con la ilustración, periodo a mi parecer importante
para la humanidad porque permitió desarrollar de forma casi taxonómica el
ordenamiento de lo existente, de lo visible, de lo conocido hasta ese momento
por el hombre (Permítanme hacer un paréntesis y señalar la primera
incertidumbre de un blog, lo que se escribe aquí, algunas veces no tiene bases academícelas
sino empíricas, textos que surgen más de la emoción que dé la razón, por eso
expreso “me atrevo a pensar”, porque
no he constatado de forma seria si en realidad ese interés por un ordenamiento
sexual puede estar relacionado con la ilustración).
Continuando, encuentro que el discurso que
esgrimo es cercano al de la Dra, Beatriz Preciado en lo que respecta a la categorización
sobre el sexo, el género, la construcción de los cuerpos, sus respectivos mapas
anatómicos, por su arquitectura y producción al nombrarlo. La Biopolitica regula
al ser humano desde su sexualidad, creo que desde su erotismo, define sexo,
genero, roles, así como lo que es “normal” o “anormal” en los cuerpos, en los
comportamientos, en las acciones.
Habría entonces que entender que somos devotos
de la ilustración y las formas en que definió el sexo, así como la forma en que
ha influenciado, regido y designado desde una posición de “verdad” que es ser
hombre y que es ser mujer, no obstante la definición de un único sexo
contribuyo a generar imaginarios que la ilustración no logro deshacer, mas aun
en la medida en que construyo nuevos discursos, estos fueron fagocitados de
forma inmediata por la Boipolitica, separando los sexos identificándolos plenamente,
pero dando valoraciones con base en el poder y la fuerza.
Así pues, los discursos sobre aquellos individuos
que tenían los genitales hacia adentro, fueron relacionados con inmadurez,
falta de energía y poder, por ende individuos-mujeres debían ser gobernados,
dirigidos y puestos en una categoría menor que la de los individuos- hombres,
no tengo argumentos que me permitan señalar los beneficios que a los
individuos-mujeres les represento el establecimiento del binarismo
Macho/Hembra, lo cierto es que dos siglos después se sigue pensando que las
mujeres son individuos inferiores, en esa medida la violencia desplegada por
algunos hombres hacia las mujeres se puede buscar en ese conocimiento apriorístico
que ha pervivido en lo cotidiano y que desde el siglo XVIII refrendo al establecer
la univocidad del sexo que los individuos que lo tenían externos estaban
formados completamente mientras que los que los tenían internos no se había formado
adecuadamente, tenían cierta anormalidad, en esa medida lo que pone en
superlativo quien escribe el texto, tiene también otra mirada.
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